Joaquim Barreiros, su padre poseía una banda (Conjunto Alegria)
que trajo alegría a todo lo que eran las fiestas de la comarca, Quim Barreiros sintió desde pequeño que la música sería su futuro. Abandonó muy temprano su tierra natal en pos de su sueño de una carrera musical, y se instaló en sus primeros años en Lisboa, donde conocería a su esposa Isabel Barreiros. Posteriormente viajó por el mundo mostrando la alegría y la cultura de los ritmos de Minho.
Ya con una carrera consolidada, convirtiéndose probablemente en el nombre más importante de la música popular portuguesa, con el objetivo de valorizar la tierra donde nació, pensó y creó una empresa turística, creando así el proyecto Albergaria Quim Barreiros.